31 agosto, 2011

Dos horas y media.

"De repente, tropiezo con la Rapsodia húngara de Liszt: mi primer recuerdo en materia de música. Tengo dos años y medio, estoy en el salón de Shukugawa, mamá me dice solemnemente: "Es la Rapsodia húngara." Escucho como si de un cuento se tratara. Lo es. Los malos persiguen a los buenos, que huyen a caballo. Los malos también son jinetes. Ganará el que galope más deprisa. A veces la música dice que los buenos se han salvado, pero se equivoca, los malos tienen la picardía de sugerirles que está fuera de su alcance, es para capturarlos mejor. Ya está, los buenos han descubierto la treta, pero es demasiado tarde, ¿escaparán del peligro? Galopan hasta quedarse sin aliento, son uno con su montura, la carrera les agota tanto como a los caballos, yo estoy con ellos, no sé si soy buena o mala, pero a la fuerza estoy del lado de los fugitivos, tengo el alma de presa, mi corazón late como un loco, oh, un precipicio, los caballos ¿podrán salvar semejante abismo?, tendrán que hacerlo, es eso o caer en manos de los malos, escucho, los ojos muy abiertos por el miedo a ser capturado. Esa es la razón por la cual la Rapsodia húngara de Liszt termina con un triunfo.

Bautizo el avión como Pegaso. La música de Liszt ha multiplicado mi alegría por mil. Tengo veintitrés años y todavía no he encontrado lo que buscaba. Por eso, me gusta la vida. A los veintitrés años es bueno no haber descubierto tu camino."

Ni de Eva ni de Adán
Amélie Nothomb 

Adoro a esta mujer.

29 agosto, 2011

Tengo mucho, mucho, mucho sueño.

Iba a subir un cuentajo veraniego, pero mis pestañas se enredan unas con otras por culpa del rímel y me cierran los ojos.
Así que escribo aquí mis sueños, de los cuales últimamente no me acuerdo.
(Realmente sí, pero son demasiado morbosos como para dejarlos por escrito)
 Veremos qué ocurre.

Señoras y señores, con todos ustedes mis sueños de verano: 

zzz....zzz...zzz
zzz...zzz
zzz


Alegría visual

Si te quedaste con ganas...