Olvídate de lo que fuimos, de lo que somos, de los que podríamos haber sido.
Olvídate del "tú y yo", del "nosotros".
No recuerdes mi risa cuando te digo "te quiero", ni los besos suaves que usas para despertarme.
Olvídate de las caricias, de los gritos y de las películas de los domingos.
Olvídate de mí. Bórrame.
Yo prometo dejar de soñarte.
Su mirada temblorosa se chocó contra el cristal de la cafetería. La observó.
A ella.
Era demasiado tímido. Bajaba la mirada cuando pasaba. Su mundo temblaba cuando la escuchaba reír.
Quería acariciarla y poder oler su piel. Hablar con ella. Tener algo. Pequeño y diminuto, pero algo.
Pasear una historia por la calle y después ser capaz de dejarla.
Sin embargo la hubiera cuidado, para siempre. Con ella siempre.
Pero no era así. La amaba desde fuera y a lo lejos.
Desde el paso de cebra y a cinco metros del cristal.
17 noviembre, 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Alegría visual
Si te quedaste con ganas...
-
El marmoto nunca había querido ser marmota. El marmoto simplemente quería ser otra cosa. Podía haber nacido pájaro, cocodrilo o gato siamé...
-
A tres metros. Estaba allí tumbado, a tres metros. Seguía vivo porque la máscara del oxígeno se empañaba con cada diminuto soplo de vida. ...
-
Se sientan en corro. En mitad de la plaza. A jazmín y azahar huele la noche. Rasgueo de una guitarra española. Suave y tranquila. Despa...
-
"Yo creo que hay gente que amando es como el ajedrez: hay gente que ama como si fuese una torre, ama muy rápido, como un alfil, movimie...
-
- ¡Oh, mira! ¡Tetas! Sí, son tetas perfectas. ¡Perfectas! Fíjate, ni grandes ni pequeñas, del tamaño perfecto para atraer miradas y no hace...